«En mi mundo no existe “sueño más grande”, sino un inagotable abanico de proyectos»

Con su carácter alegre, a la hora de perseguir sus metas, Ana Verdú se convierte en una persona muy persistente y decisiva. Vino a Madrid para continuar sus estudios y avanzar en su profesión de periodista. Todavía le queda un año por cursar, pero ya tiene un currículum impresionante. Unas prácticas en el diario “La Razón”, un año académico de becaria en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena y unas prácticas de verano en el departamento Internacional de la Agencia EFE. En un futuro lejano no descartaría la idea de abrir su propia consultoría de resolución de comunicación estratégica para crisis o escándalos, y quizás, algún día, escribir un libro.

Sin embargo,  Ana confiesa que no tiene un sueño “indiscutible”:

“Si lo he tenido ha ido variando, incluso modificándose, conforme he visitado lugares o se me han planteado diferentes oportunidades”.

Aun así, opina que la vida se compone de pequeños retos o ambiciones rutinarias que “nos aportan el empuje que necesitamos para seguir descubriendo e innovando”.

“En mi mundo no existe “sueño más grande”, sino un inagotable abanico de proyectos a corto plazo que pueden cumplirse o no y que, tanto en el primer caso como en el segundo, siempre me ayudan a definir mi evolución”.

MADRID

¿Cuándo llegaste a Madrid y para qué?

Llegué a Madrid en julio; un sábado para que la mudanza no me obstaculizara el comienzo de las prácticas. En un principio, tenía pensado trasladarme durante septiembre porque me concedieron una beca para estudiar el cuarto año de Periodismo en la Universidad CEU San Pablo de Madrid, pero al comunicarme que Agencia EFE había dado el visto bueno a mi solicitud para hacer prácticas de verano, vine antes.

La primera impresión de la ciudad…

La primera vez que visité Madrid fue hace años, pero recuerdo que me pareció una ciudad grande y especialmente cosmopolita. Todavía, cada vez que salgo a la calle, sigo teniendo esa percepción.

¿Qué aprendiste durante “la vida en la capital”?

Francamente, creo que todavía no he vivido en Madrid el tiempo suficiente como para encasillar nada. No estoy viviendo en el extranjero; de hecho, estoy a tan solo unas horas de Valencia, mi ciudad natal, por lo que no considero que haya sido un cambio muy brusco. Sin embargo, sí considero que cuando empiece a compaginar mis estudios con un ritmo laboral todo se volverá un poquito más complicado.

¿Qué cosas te gustan más de Madrid que de Valencia? ¿Cuáles crees que son las ventajas y desventajas de vivir en la capital?

Pienso que ambas ciudades tienen sus propias características distintivas; es decir, esas cosas que les hacen ser interesantes justamente por no tener lo que tiene la otra. Madrid es una capital, todo ajetreo. Siempre hay algo que hacer, con o sin gente. Por otro lado, Valencia es una ciudad mucho más pequeña y tranquila; en invierno no hay apenas actividades y, al final, todos nos conocemos entre nosotros.

PLANES

Profesionalmente, quiero acabar Periodismo. También, si dispongo del tiempo necesario, me gustaría empezar otro idioma. De todas formas, estoy siempre buscando prácticas en empresas u otros organismos que se alejen un poco del ámbito que me gusta y he visto. Ahora, por ejemplo, me gustaría trabajar el campo económico.

¿Cómo ves tu vida en 5 años?

Lo que trato de hacer es no verla. Soy una persona excesivamente perfeccionista y cuando veo que no he alcanzado un objetivo propuesto con éxito me culpo con gran facilidad. Por ese motivo intento no reducir quién soy a un mero puesto de trabajo. Nos han enseñado a pensar de manera casi endémica que fallar o equivocarse implica fracasar… y para mí todo error constituye un estupendo indicador de todavía se puede mejorar.

Por Olha Kosova